jueves, 2 de julio de 2015

EL ENOJO...(2a. Etapa del Duelo)


EL ENOJO.

El enojo es una de las emociones más frecuentes en la vida sin embargo es una de las MÁS DESGASTANTES.
Nos desgasta físicamente porque altera el funcionamiento del cuerpo, influye en la toma de decisiones y provoca conflictos con las personas que nos rodean y pongamos atención especial en el deterioro emocional, psicológico y espiritual que conlleva por su reacción en cadena.

El Enojo no es malo en sí, ¿por qué? Porque es una respuesta instintiva de parte nuestra que nos da la energía necesaria para defendernos cuando nos sentimos atacados física o emocionalmente.
El verdadero problema surge cuando esa emoción perdura por horas, días e incluso meses o años.

Las causas pueden ser INTERNAS (relacionadas a partir de algunos recuerdos de experiencias pasadas) o EXTERNAS (relacionadas con lo que sucede a nuestro alrededor actualmente).

Puede haber 2 tipos de Enojo:
1-   El que dirigimos hacia nosotros mismos cuando nos atacamos, devaluamos o reprimimos ante una situación lo que puede dar lugar a la depresión.
2-  Y el que expresamos a los demás que afecta nuestras relaciones y el bienestar familiar y de amistad. 
 El Enojo puede manejarse de dos maneras, una es de manera dirigida o equilibrada, cuando reconocemos por nosotros mismos que lo podemos expresar sin dañar, incluso esto logra que el enojo disminuya permitiendo reconocer la causa.
Otra manera adecuada sería hacer ejercicio, golpear en un cojín, gritar en un lugar apartado, hacer respiraciones, caminar, escribir, a través de la música, etc.
También podemos hablar con las personas involucradas si lo hacemos de una manera asertiva con la intención de solucionar, sanar y resolver lo que nos produce este enojo.
En cambio si es de forma inadecuada entonces explotamos sin medir las consecuencias porque el coraje nos domina y podemos lastimar.
O si lo utilizamos para controlar a los demás, esto se da en personas que tienen baja autoestima que lo usan para sentirse poderosas y fuertes.
Ahora si lo reprimimos porque pensamos que es algo negativo, actuando como si no estuviéramos enojados, lo negamos hasta llegar a no sentirlo, aparentemente y que necesariamente tendrá que salir a relucir y el trastorno es más profundo, tanto que va dejando huella.

Escribe lo que TE ENOJA  y responde estas preguntas:
¿Por qué me enojé?
¿Por qué creo que eso pasó?
¿Qué hizo la otra persona que ocasionó este enojo?
¿Creo que lo hizo para molestarme?
¿Qué pienso de esa persona?
¿Qué siento ante este enojo?
Escribe lo que venga a tu mente de inmediato y anótalo pues tus respuestas llegarán a darte claridad a ti mismo, pocas veces somos completamente sinceros, tratamos de ocultar lo que sentimos porque cuando descubrimos el fondo ya que aquello nos compromete y responsabiliza, finalmente ser franco nos enfrenta a nuestra realidad.

EL ENOJO define también el manejo de tus emociones, no lo rechaces mejor analízalo para que se convierta en bálsamo y no en amargura.

Laura González Pinto 2015
facebook: lauratanatologaGonzálezPinto 



No hay comentarios:

Publicar un comentario