NO TENGAS MIEDO DE
LAS LÁGRIMAS, YA QUE TIENEN LA PRODIGIOSA BENDICIÓN PARA CURAR Y ESCLARECER LA
VISIÓN DE NUESTRA ALMA.
Quiero expresar que las lágrimas se hacen
presentes a lo largo de nuestra vida por infinidad de causas y motivos; Habrá quienes
las vean aparecer en momentos de gran alegría o en caso contrario, cuando hay
pérdidas significativas, problemas o preocupaciones.
Las lágrimas forman parte nuestra y en la
mayoría de las veces no hemos sabido
usarlas, pues huimos de su presencia, incluso llegamos a escondernos de ellas
una buena parte del tiempo, cuando en cambio se puede aprender de su sabiduría.
A las lágrimas las relacionamos
invariablemente con dolor y sí, en el sentido más alcanzable, así es, sin
embargo después de haberlas llorado, se vacía una especie de depósito que
almacenamos interiormente, algo así como una barrica pesada y añeja, que junto
con los recuerdos, envolvemos cuidadosamente con una capa de valiosas lágrimas.
Las lágrimas deben ser valoradas porque
son más sabias que nuestra propia experiencia. Si cada dolor se valora al salir
triunfante, es gracias también a que las lágrimas humedecen la resequedad de la
experiencia vivida. Y si tú le das valor a tus lágrimas, en lugar de aborrecer
su visita, te recompensarán con la tranquilidad a tu corazón.
Ahora bien,¿puede sonar incongruente
sentir alivio al llorar? ¿Cómo puedo pensar que hay algo de admirable entre
cada lágrima que se desliza, cuando lo que quiero es ser feliz?
De alguna manera
puedo hacerme cómplice de ellas para reinventar mejores momentos en mi vida.
Dios en su infinita
misericordia supo que debía haber algún instrumento que nos fuera útil para
rehacer trozos de vida perdidos o lastimados de nuestra alma, para recuperar la
fibra espiritual y volver de nuevo a la vida.
Seguramente algunas
personas me puedan decir que ya existe una explicación verdaderamente
científica para el uso de las lágrimas, pero a mí me parece que éste es el
indicado para curar las almas doloridas.
Siendo muy sincera
admito, que la vida se puede vivir sin dejarlas llegar siendo un estado de vida
muy cómodo y predecible; Viviríamos felices un buen tiempo, pero al cabo de su
paso, habría algo que nos haría pensar: ¿Qué pasa conmigo que no tengo un solo
motivo para llorar?...¿Siempre va a ser así mi vida?...¿Por qué yo?...
¿Qué quiere decir
todo ésto? Que una persona no puede madurar espiritual o interiormente si no
entran el dolor y las lágrimas con qué sacarlo. Hay que llorar la tristeza, el
dolor, la impotencia, el coraje, la angustia, la soledad, los vacíos, etc, creo
que cada uno tenemos motivos poderosos para llorar.
Asi que:
¡Benditas lágrimas!
Nosotros los mexicanos debido a nuestra
idiosincrasia y tradición, tenemos bien sabido que los hombres no lloran y que
a las mujeres nos sobran motivos. Pero tanto un hombre como una mujer vivimos
tal cantidad de cosas que nos hacen sufrir o padecer, necesariamente seremos
escogidos algún día para llevarlas consigo. Así que el que seamos hombres o
mujeres no excluye que podamos llorar o que tengamos o no motivos para ello y
más aún que se tenga la posibilidad de sanar cualquier corazón para volver a
ser felices.
Quiero mencionar que las mujeres somos
especialistas en "vaciar" nuestro interior por medio de ellas y
sorpresivamente veo que no es signo de debilidad femenina, sino mas bien, son
las liberadoras que permiten que el valor y la fuerza de una persona se
revitalice, multiplicando el poder de esperanza en cada ser humano.
Jorge Bucay en uno de
sus libros dice:" Aquello que nos hiere no siempre puede ser remediado con
besos." No siempre tendremos a alguien a nuestro lado para curar las
heridas con cariño y amor donde seguramente estaremos solos.
Más de alguna vez lo remediaremos por medio de
las lágrimas y también será como un bálsamo interior.
Son momentos donde
podemos platicar sinceramente con nosotros mismos y explicarnos por medio del
corazón los verdaderos sentimientos que me afligen y mueven en ese instante
para dejar quieto mi ser y escuchar lo que yo misma me niego a decir.
¿Tendremos que sufrir
para poder crecer?...Yo creo que si.
Las lágrimas nos
hablan mucho más de lo que podemos entender racionalmente, siempre van más allá
de lo que podemos sentir en el momento de llorarlas, solamente en la quietud
después de su presencia descubriremos el sello impuesto al corazón.
Si no fuera así, les
detenemos su paso.
Sucederá entonces que
se almacenen y con el tiempo añejadas, despidan amargura que saltará por los
ojos en cada mirada, por el rostro en la dureza de una sonrisa y la aridez de
nuestro tacto carente de frescura espiritual.
Para vivir unas
lágrimas se tiene que ser muy valiente,
¡claro que si!
Cada minuto de la
vida tiene un valor, regularmente no lo adquiere cuando lo perdemos en la
inmensidad de la urgencia por vivirlos, cuando los desechamos por inútiles, o
cuando les damos la vuelta sin amarlos por sí solos; En ellos hay inmersas
experiencias de todo tipo, unas realmente increíbles e inolvidables por lo
maravillosas que resultan, otras en cambio, las relegamos por contener una
cantidad regular o excesiva de tristeza, dolor, coraje, odio, etc, lo que sea
que cada uno vivamos.
¿Y cuántas veces encaramos éstas
situaciones?...Creo que si pensamos, recordaremos que han sido vividas con
alguna que otra lágrima.
Hay quienes hablan de
las lágrimas interiores, que también se puede llorar de esa manera, yo lo he hecho
muchas veces pero permítanme decirles que las que he llorado son más curativas y bellas que las interiores que no mojan mis
ojos.
En éstas líneas nos
enfocamos más directamente a quienes hemos vivido o estamos inmersos en una
pérdida significativa en nuestra vida.
Bien sabemos que un duelo no tiene etiquetado
un tiempo de duración, ni un estándar por recorrer, cada uno nos vamos
involucrando y en ese proceso nos comunicamos directamente con las lágrimas. Lo
digo por experiencia propia y porque he visto en algunas personas, que el
llorar no forma parte integral de nuestro sufrir.
Las lágrimas es agua
que sale de nuestro interior, así que podemos enfocar una parte sumamente
lógica.
¿Para qué sirve el
agua textualmente hablando?
para limpiar,
lavar,
dar vida,
refrescar,
alimentar,
curar,
humedecer,
etc,
Pero en el sentido al
cual nos referimos, hacen la misma labor en nuestro interior y a veces perdemos
el significado verdadero que llevan inmersas las lágrimas, dentro de cada gota
transparente.
Cada vez que lloramos nuestra alma, nuestro
espíritu, nuestro corazón se sienten más ligeros; Durante nuestra vida vamos
cargando casi siempre, una que otra cosa y se
convierte en una especie de afición al paso de los años. Y aligeraremos
la carga cuando lloremos nuestras experiencias.
Hasta que no seamos capaces de vaciar nuestra
barrica, no podremos tener nuevas cosas.
Una persona se
renueva, tal vez por etapas, por pasos y ello, conlleva desechar lo viejo e
inservible, aunque se trate de sentimientos y emociones.
Si eso sucede,
también aprenderemos a tener que admitir los vacíos para ser conscientes de qué
es lo que quiero aceptar. Las lágrimas nos ayudan a vaciar, pues el dolor está
listo para empezar a llenar huecos y si seguimos apegados a la vida anterior,
éste continuará expandiéndose, hasta invadir lo mejor de nosotros.
Dejemos que las
lágrimas despejen los añejos vacíos y nos renueven el alma.
lauraglzpinto2015.
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