jueves, 11 de junio de 2015

Por qué son importantes las lágrimas?


NO TENGAS MIEDO DE LAS LÁGRIMAS, YA QUE TIENEN LA PRODIGIOSA BENDICIÓN PARA CURAR Y ESCLARECER LA VISIÓN DE NUESTRA ALMA.

     Quiero expresar que las lágrimas se hacen presentes a lo largo de nuestra vida por infinidad de causas y motivos; Habrá quienes las vean aparecer en momentos de gran alegría o en caso contrario, cuando hay pérdidas significativas, problemas o preocupaciones.
     Las lágrimas forman parte nuestra y en la mayoría de  las veces no hemos sabido usarlas, pues huimos de su presencia, incluso llegamos a escondernos de ellas una buena parte del tiempo, cuando en cambio se puede aprender de su sabiduría.
   A las lágrimas las relacionamos invariablemente con dolor y sí, en el sentido más alcanzable, así es, sin embargo después de haberlas llorado, se vacía una especie de depósito que almacenamos interiormente, algo así como una barrica pesada y añeja, que junto con los recuerdos, envolvemos cuidadosamente con una capa de valiosas lágrimas.
 
     Las lágrimas deben ser valoradas porque son más sabias que nuestra propia experiencia. Si cada dolor se valora al salir triunfante, es gracias también a que las lágrimas humedecen la resequedad de la experiencia vivida. Y si tú le das valor a tus lágrimas, en lugar de aborrecer su visita, te recompensarán con la tranquilidad a tu corazón.
     Ahora bien,¿puede sonar incongruente sentir alivio al llorar? ¿Cómo puedo pensar que hay algo de admirable entre cada lágrima que se desliza, cuando lo que quiero es ser feliz?
De alguna manera puedo hacerme cómplice de ellas para reinventar mejores momentos en mi vida.

Dios en su infinita misericordia supo que debía haber algún instrumento que nos fuera útil para rehacer trozos de vida perdidos o lastimados de nuestra alma, para recuperar la fibra espiritual y volver de nuevo a la vida.
Seguramente algunas personas me puedan decir que ya existe una explicación verdaderamente científica para el uso de las lágrimas, pero a mí me parece que éste es el indicado para curar las almas doloridas.

Siendo muy sincera admito, que la vida se puede vivir sin dejarlas llegar siendo un estado de vida muy cómodo y predecible; Viviríamos felices un buen tiempo, pero al cabo de su paso, habría algo que nos haría pensar: ¿Qué pasa conmigo que no tengo un solo motivo para llorar?...¿Siempre va a ser así mi vida?...¿Por qué yo?...
¿Qué quiere decir todo ésto? Que una persona no puede madurar espiritual o interiormente si no entran el dolor y las lágrimas con qué sacarlo. Hay que llorar la tristeza, el dolor, la impotencia, el coraje, la angustia, la soledad, los vacíos, etc, creo que cada uno tenemos motivos poderosos para llorar.
 Asi que:
¡Benditas lágrimas!

     Nosotros los mexicanos debido a nuestra idiosincrasia y tradición, tenemos bien sabido que los hombres no lloran y que a las mujeres nos sobran motivos. Pero tanto un hombre como una mujer vivimos tal cantidad de cosas que nos hacen sufrir o padecer, necesariamente seremos escogidos algún día para llevarlas consigo. Así que el que seamos hombres o mujeres no excluye que podamos llorar o que tengamos o no motivos para ello y más aún que se tenga la posibilidad de sanar cualquier corazón para volver a ser felices.
     Quiero mencionar que las mujeres somos especialistas en "vaciar" nuestro interior por medio de ellas y sorpresivamente veo que no es signo de debilidad femenina, sino mas bien, son las liberadoras que permiten que el valor y la fuerza de una persona se revitalice, multiplicando el poder de esperanza en cada ser humano.

Jorge Bucay en uno de sus libros dice:" Aquello que nos hiere no siempre puede ser remediado con besos." No siempre tendremos a alguien a nuestro lado para curar las heridas con cariño y amor donde seguramente estaremos solos.
 Más de alguna vez lo remediaremos por medio de las lágrimas y también será como un bálsamo interior.
Son momentos donde podemos platicar sinceramente con nosotros mismos y explicarnos por medio del corazón los verdaderos sentimientos que me afligen y mueven en ese instante para dejar quieto mi ser y escuchar lo que yo misma me niego a decir.
¿Tendremos que sufrir para poder crecer?...Yo creo que si.

Las lágrimas nos hablan mucho más de lo que podemos entender racionalmente, siempre van más allá de lo que podemos sentir en el momento de llorarlas, solamente en la quietud después de su presencia descubriremos el sello impuesto al corazón.
Si no fuera así, les detenemos su paso.
Sucederá entonces que se almacenen y con el tiempo añejadas, despidan amargura que saltará por los ojos en cada mirada, por el rostro en la dureza de una sonrisa y la aridez de nuestro tacto carente de frescura espiritual.
Para vivir unas lágrimas se tiene que ser muy valiente,
¡claro que si!
Cada minuto de la vida tiene un valor, regularmente no lo adquiere cuando lo perdemos en la inmensidad de la urgencia por vivirlos, cuando los desechamos por inútiles, o cuando les damos la vuelta sin amarlos por sí solos; En ellos hay inmersas experiencias de todo tipo, unas realmente increíbles e inolvidables por lo maravillosas que resultan, otras en cambio, las relegamos por contener una cantidad regular o excesiva de tristeza, dolor, coraje, odio, etc, lo que sea que cada uno vivamos.
 ¿Y cuántas veces encaramos éstas situaciones?...Creo que si pensamos, recordaremos que han sido vividas con alguna que otra lágrima.
Hay quienes hablan de las lágrimas interiores, que también se puede llorar de esa manera, yo lo he hecho muchas veces pero permítanme decirles que las que he llorado son más curativas y bellas que las interiores que no mojan mis ojos.

En éstas líneas nos enfocamos más directamente a quienes hemos vivido o estamos inmersos en una pérdida significativa en nuestra vida.
 Bien sabemos que un duelo no tiene etiquetado un tiempo de duración, ni un estándar por recorrer, cada uno nos vamos involucrando y en ese proceso nos comunicamos directamente con las lágrimas. Lo digo por experiencia propia y porque he visto en algunas personas, que el llorar no forma parte integral de nuestro sufrir.
Las lágrimas es agua que sale de nuestro interior, así que podemos enfocar una parte sumamente lógica.
¿Para qué sirve el agua textualmente hablando?
para limpiar,
lavar,
dar vida,
refrescar,
alimentar,
curar,
humedecer,
etc,
Pero en el sentido al cual nos referimos, hacen la misma labor en nuestro interior y a veces perdemos el significado verdadero que llevan inmersas las lágrimas, dentro de cada gota transparente.
 Cada vez que lloramos nuestra alma, nuestro espíritu, nuestro corazón se sienten más ligeros; Durante nuestra vida vamos cargando casi siempre, una que otra cosa y se  convierte en una especie de afición al paso de los años. Y aligeraremos la carga cuando lloremos nuestras experiencias.
 Hasta que no seamos capaces de vaciar nuestra barrica, no podremos tener nuevas cosas.
Una persona se renueva, tal vez por etapas, por pasos y ello, conlleva desechar lo viejo e inservible, aunque se trate de sentimientos y emociones.
Si eso sucede, también aprenderemos a tener que admitir los vacíos para ser conscientes de qué es lo que quiero aceptar. Las lágrimas nos ayudan a vaciar, pues el dolor está listo para empezar a llenar huecos y si seguimos apegados a la vida anterior, éste continuará expandiéndose, hasta invadir lo mejor de nosotros.
Dejemos que las lágrimas despejen los añejos vacíos y nos renueven el alma.

lauraglzpinto2015.



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