martes, 21 de julio de 2015

LAS CULPAS.


LAS CULPAS...

Todo Duelo nos lleva a hacer o decir cosas que antes no acostumbrábamos, nuestras rutinas cambian y por ende nuestro estado de ánimo también, las emociones, los sentimientos, los pensamientos dejan de ser los mismos, pueden parecerse pero definitivamente cambian.

Todo este proceso de reflexión, de noches sin dormir, de mal humor, de adaptación, irremediablemente nos orilla a llegar hasta pensar en lo que dejamos de hacer o decir, en lo que tal vez dijimos de más, pudimos haber ofendido, gritado, dejado de visitar, de abrazar, besar, convivir, etc,cualquier cosa que nos cause remordimiento.

Esta actitud nos hace parecer "malos"ante nuestros propios ojos como hijos, padres, hermanos, amigos, nietos, sobrinos, etc...cual sea el papel que desempeñemos con la persona fallecida.
Llegamos a pensar que "si no se hubiera ido" yo hubiera podido remediar, pero NO LO HICIMOS.
Esto es una realidad.
¿Qué podemos hacer ante esta postura? 

Lo mejor es PEDIR PERDÓN.
¿Aunque la persona ya no viva más? Sí, así es.
El arrepentimiento va más allá de nuestras dimensiones físicas o materiales, se sitúan en un plano espiritual (si tú crees en ello), lejos de la religión que profeses siempre la actitud de perdón sincero se eleva hasta donde se encuentre esa persona y tan solo mi actitud de humildad trasciende y eso es lo fantástico de PEDIR PERDÓN.

Esa comunicación espiritual se hace presente y poco a poco vamos liberando pendientes que nos ayudan a desalojar las culpas del corazón, del alma y del espíritu.
Quédate con la seguridad de que si tú te liberas de las culpas, tu ser querido te liberará también, es una actitud espiritual recíproca.

Ejercicios de perdón en oración o meditación te levantan anímica y espiritualmente para que sigas con la elaboración de tu duelo.

Saludos.

Dudas?, Sugerencias? Aportaciones? ...
Con tu servidora: Laura Glz Pinto
página de facebook: lauratanatologagonzalezpinto

martes, 14 de julio de 2015

NEGOCIACIÓN (3a. Etapa del Duelo)


NEGOCIACIÓN.

Esta etapa puede surgir en dos momentos distintos:
1. Antes de que la pérdida en caso de tener un ser querido en enfermedad terminal.
2. Después de la muerte.

Se intenta "negociar" el dolor que produce la distancia con nuestro ser querido, con Dios o con otro ser superior para que regrese a cambio de un estilo de vida reformado.
Definitivamente se trata de un mecanismo de defensa para protegernos del dolor para enfrentar la realidad, estar en esta etapa puede conducir al remordimiento y a la culpa interfiriendo con el proceso del duelo.
Nos encontramos ante una postura de querer regresar a la vida que teníamos antes de la pérdida, incluso se llega a pensar en la manera de hacer que regrese.
Aparecen los famosos "hubieras" que pudieran haber evitado su partida, como por ejemplo:
- Hubiera cambiado de Médico mucho antes...
-Hubiera cambiado de trabajo para estar más tiempo con él...
-Le Hubiera dicho esto...
etc,como estos hay muchos pues de esta manera vamos justificando las razones que nosotros mismos nos vamos dando para justificar la ausencia de la pérdida, antecediendo los hubieras es una forma de calmar algunas culpas y remordimientos.
Nuevamente intentamos regresar al pasado para seguir negando el dolor de la pérdida.
Este es uno de los últimos esfuerzos que buscamos para tratar de aminorar el dolor, sin embargo es una etapa que produce gran desgaste emocional y psicológico, es una especie de "estira y afloja" que no nos permite hacer consciencia  aún del duelo.
Los seres humanos siempre buscaremos la oportunidad de hacernos llegar el menor dolor posible a nuestras vidas, y cuando es irremediable también intentamos apartarnos de él a pesar de lo evidente que este sea, el una reacción entendible pero que debemos salir de allí para continuar con el duelo.


lauraglzpinto
facebook:lauratanatologagonzalezpinto. 

martes, 7 de julio de 2015

¿Qué es lo que hace realmente feliz a las personas?


¿Qué es lo que perseguimos la mayoría de las personas en la vida?
La Felicidad.

Esta respuesta la dieron miles de personas después de una investigación realizada en un documental llamado: HAPPY, dirigido por Roko Belic donde ausculta en diferentes partes del mundo a personas que exponen sus razones de cómo es que son felices.
Van desde personas que viven en condiciones sumamente precarias, con distintos modus vivendi, hasta aquellas que poseen en abundancia dinero, fama o imagen cada uno expone sus razones para ser felices dentro de su entorno.
Realmente se consideran "felices" en su entorno, su medio ambiente tanto familiar, socioeconómico, etc y en conclusión todos dicen ser felices sin necesidad de tener en primicia el dinero, la fama o el poder.
Esto quiere decir que todos los seres humanos somos felices desde nuestra propia perspectiva de la felicidad.

No se puede categorizar o encasillar los medios para generarla, ya que todos somos diferentes de acuerdo a nuestra raza, idiosincrasia, cultura, costumbres, manejo de emociones, etc, pues lo que para una persona es completamente pleno para otra en el lado opuesto del mundo no lo es, y en su caso sea otra la que ocupe ese lugar.
Lo que en realidad importa en el momento de saberse feliz, es sentirse plenos y realizados con lo que tenemos, reconocerlo y disfrutarlo día por día.
Dejar de estar "persiguiendo a la felicidad" a través de los años y más bien "vivirla" todos los días haciéndonos conscientes de ella por todos los beneficios que recibimos de parte de los demás y los propios.
La felicidad se consigue en el día a día.

Se dieron cuenta que este objetivo ha sido plasmado desde que Aristóteles hacía sus reflexiones y nos damos cuenta con sorpresa que buscar ser felices no es cosa nueva, ha existido desde siempre, solo que los seres humanos hemos creído que se manifiesta solamente en el dinero y la fama cuando en realidad está dentro de nosotros mismos, con quienes están a nuestro alrededor y generándola cada uno con optimismo y positivismo.

Como ven, la felicidad es cuestión de actitud.

¿Cuál es la tuya?...
Te sugiero ver este documental en youtube, nos amplía una verdad que otros han descubierto y que nosotros podemos ampliar.

Saludos!
lauraglzpinto
facebook: lauratanatologagonzalezpinto

LA NEGACIÓN (primera etapa del Duelo).


LA NEGACIÓN.

Como primera etapa del Duelo es importante recalcar algunos puntos porque nos dan un panorama más amplio de aquello que vamos a vivir (si aún no empiezas a experimentarlo) y lo que se presenta (si ya has iniciado este proceso).

Cuando sabemos que alguien muy cercano ha muerto o estamos sufriendo una pérdida de otra índole, usamos un mecanismo de defensa que es "negar" lo que sucede como un destello de esperanza de estar equivocados, por lo general decimos: ¡No puede ser!, ¡Debe ser un error!, ¡No lo puedo creer!, ¿Estás seguro?, etc, aunque tristemente así sea.
Se puede caer en explosiones histéricas de llanto, golpes, arrojar y quebrar objetos o recluírse en la habitación sin querer ver ni hablar con nadie.
La mente nos lleva a negarlo, en ese momento difícilmente alguien o algo nos hará entrar en razón (lo cual es comprensible).
Nos estamos preparando para hacer "consciente" la pérdida y necesitamos retrasarlo, de este modo alejamos la llegada del DOLOR, que será irremediable pero la negación nos va preparando.

La experiencia es menos dura cuando va acompañada de afecto, amor, empatía, cariño, abrazos, en pocas palabras de la compañía de la familia o amigos.

Durante esta etapa te sientes envuelto en un caos que gira a tu alrededor, no aciertas a tener un pensamiento coherente porque todo se dispara, recuerdos del pasado, lo que ocurre justo en ese momento e incluímos a un futuro que más nos confunde; No puedo asentar todo aquello y por eso me siento como perdido en un mar de pensamientos.
Si has vivido un pasmo semejante es porque la persona que murió, significó mucho para tí y ello provoca un desajuste interno y externo que ni tú mismo aciertas a controlarlo.

La vida está cambiando en fracciones de segundo y uno pierde el control absoluto.
¿Debo preocuparme de esta reacción?
No, porque es una consecuencia de la pérdida en cuestión, por eso es importante que haya alguien a nuestro lado o si acompañamos a alguien que vive este duelo, procuremos estar cerca. Cada persona tiene la capacidad de detener este caos, ¿cómo?...Respira profundo algunas veces, tranquilízate, siéntate y cierra los ojos, trata de repasar lo que recién acaba de ocurrir, hazte preguntas para que tú mismo te respondas, intenta ubicarte en tu presente y procura acercarte a alguien para que te apoye.

Puede suceder también que por segundos seas consciente de tu pérdida y en los siguientes momentos te llene una gran angustia y preocupación, eso es la entrada del DOLOR  a tu vida, y como nos resistimos a aceptarlo, vienen esta serie de cambios en las emociones que sentimos.
Es un proceso normal, no te asustes.

Ahora bien, si esta etapa es ya consecutiva y pasan varios días y sigue igual, busca ayuda para tí o para quien lo padece, es importante que alguien te apoye a ajustar el cambio que estás viviendo y puedas elaborar un duelo con libertad, paz y tranquilidad.

Saludos.

Dudas o preguntas: A tus órdenes
Laura González Pinto
lajopi@hotmail.com
facebook: lauratanatologagonzález pinto





jueves, 2 de julio de 2015

EL ENOJO...(2a. Etapa del Duelo)


EL ENOJO.

El enojo es una de las emociones más frecuentes en la vida sin embargo es una de las MÁS DESGASTANTES.
Nos desgasta físicamente porque altera el funcionamiento del cuerpo, influye en la toma de decisiones y provoca conflictos con las personas que nos rodean y pongamos atención especial en el deterioro emocional, psicológico y espiritual que conlleva por su reacción en cadena.

El Enojo no es malo en sí, ¿por qué? Porque es una respuesta instintiva de parte nuestra que nos da la energía necesaria para defendernos cuando nos sentimos atacados física o emocionalmente.
El verdadero problema surge cuando esa emoción perdura por horas, días e incluso meses o años.

Las causas pueden ser INTERNAS (relacionadas a partir de algunos recuerdos de experiencias pasadas) o EXTERNAS (relacionadas con lo que sucede a nuestro alrededor actualmente).

Puede haber 2 tipos de Enojo:
1-   El que dirigimos hacia nosotros mismos cuando nos atacamos, devaluamos o reprimimos ante una situación lo que puede dar lugar a la depresión.
2-  Y el que expresamos a los demás que afecta nuestras relaciones y el bienestar familiar y de amistad. 
 El Enojo puede manejarse de dos maneras, una es de manera dirigida o equilibrada, cuando reconocemos por nosotros mismos que lo podemos expresar sin dañar, incluso esto logra que el enojo disminuya permitiendo reconocer la causa.
Otra manera adecuada sería hacer ejercicio, golpear en un cojín, gritar en un lugar apartado, hacer respiraciones, caminar, escribir, a través de la música, etc.
También podemos hablar con las personas involucradas si lo hacemos de una manera asertiva con la intención de solucionar, sanar y resolver lo que nos produce este enojo.
En cambio si es de forma inadecuada entonces explotamos sin medir las consecuencias porque el coraje nos domina y podemos lastimar.
O si lo utilizamos para controlar a los demás, esto se da en personas que tienen baja autoestima que lo usan para sentirse poderosas y fuertes.
Ahora si lo reprimimos porque pensamos que es algo negativo, actuando como si no estuviéramos enojados, lo negamos hasta llegar a no sentirlo, aparentemente y que necesariamente tendrá que salir a relucir y el trastorno es más profundo, tanto que va dejando huella.

Escribe lo que TE ENOJA  y responde estas preguntas:
¿Por qué me enojé?
¿Por qué creo que eso pasó?
¿Qué hizo la otra persona que ocasionó este enojo?
¿Creo que lo hizo para molestarme?
¿Qué pienso de esa persona?
¿Qué siento ante este enojo?
Escribe lo que venga a tu mente de inmediato y anótalo pues tus respuestas llegarán a darte claridad a ti mismo, pocas veces somos completamente sinceros, tratamos de ocultar lo que sentimos porque cuando descubrimos el fondo ya que aquello nos compromete y responsabiliza, finalmente ser franco nos enfrenta a nuestra realidad.

EL ENOJO define también el manejo de tus emociones, no lo rechaces mejor analízalo para que se convierta en bálsamo y no en amargura.

Laura González Pinto 2015
facebook: lauratanatologaGonzálezPinto 



viernes, 19 de junio de 2015

¿POR QUÉ TANTO MIEDO A LA MUERTE?...


¿Por qué nos da miedo hablar de la Muerte?

Tema importante y profundo hablar de la muerte, sin embargo no voy a dar toda una disertación sino algo muy sencillo y comprensible.

1. Causa temor porque cuando una persona muere no sabemos hacia dónde va, o en qué se convierte, o qué hace, las diferentes creencias nos permiten comprender qué sucede con nuestros seres queridos y esta fe nos permite tener tranquilidad y paz a quienes nos quedamos, pero de cualquier forma seguimos de cierta manera teniendo la inquietud de su futuro después de morir.

2. La Muerte sigue y seguirá siendo un misterio para los seres humanos, habrá muchas explicaciones pero al final no sabemos a ciencia cierta hacia dónde nos dirigiremos cuando a nosotros nos llegue la hora de morir o pensamos en las personas que ya no están, ¿A dónde van?...
Precisamente por eso la vemos con recelo, con reserva pues es algo que no hemos podido dominar o controlar a través de los siglos, pero que definitivamente existe y es real.

3. En cambio si nos situamos en un panorama distinto, desde otro punto de vista es que llegamos a pensar que es interesante, ya que después de que hizo su aparición en la familia, con un amigo, con alguien cercano tenemos la oportunidad de reflexionar sobre lo que dejó quien ya se fue.
Cuando una persona muere y le hemos dado un lugar en nuestro corazón nos llevará a buscar qué enseñanza nos ha dejado como seres humanos, esto se llama Trascendencia, pues no todas las personas logran trascender entre nosotros, la historia y la vida.
Cuando descubrimos que ha dejado esta huella es el momento preciso en que la Muerte no resulta ya tan aborrecible, puede ser que a través de este acontecimiento le estamos dando un valor integral a quién ya no está y por ende a nosotros también, ¿Cómo es esto?
Nosotros empezamos a aprender de quien se fue.

4. ¿Qué podemos aprender?
_ A tener FE.
_ Experimentar FORTALEZA.
_ A adquirir SEGURIDAD en nosotros mismos.
_ A ser INDEPENDIENTES.
_ Vivir a través de la PACIENCIA.
_ A Descubrirnos como seres sensibles y emocionales dándonos cuenta que quienes están conmigo son parte de mi vida.
_ Nos vemos actuando con VALENTÍA.
_ Y muchas cosas más que ustedes y yo podemos percibir ya que recordemos que todas las personas somos IGUALES PERO DIFERENTES.

  El que se queda,
obtiene la posibilidad
de sustentar un cuerpo,
con la profundidad
de un espíritu que se respira
profundamente.
lauraglzpinto 2015.
      

martes, 16 de junio de 2015



ETAPAS DEL DUELO.

El Duelo es un Proceso que conlleva una pérdida significativa donde la MUERTE y la VIDA se dan la mano y da lugar a un gran movimiento en cuerpo, mente, emociones, sentimientos y espíritu.
_ La pérdida de un ser querido desequilibra porque impacta, es dolorosa y muy importante.
_ La Fe es sumamente valiosa ya que para la mayoría de las personas nos permite acomodar y redescubrir el significado de la vida.
_ Panorama diferente de lo que es LA MUERTE.
_ DUELO= DOLOR. (Procede del latín dolus y derivado es doloso).
_ Etapas del Duelo de Elisabeth Kübler- Ross
1.     Negación (Todo es un Caos, sentimientos, emociones, pensamientos, actos, tiempo)
    Sensación de vacío, añoranza, impotencia, amargura.
2.    Enojo (El Dolor empieza a manifestarse, enojo con todo lo que se presente, es MIEDO  a la ausencia. Se necesita de mucho AMOR y CARIÑO).
3.    Negociación (Las lágrimas son significativas, aparecen “Los hubieras”, Perdonarnos y pedir perdón).
4.    Depresión (Experiencia de SOLEDAD, El Duelo es más profundo, sientes que te quedas solo, se transforma en salud y se requiere de la Fuerza suprema del espíritu, el verdadero significado de la Vida).
5.    Aceptación o Rechazo ( Si se ha aceptado se siente LIBRE de Apegos, miedos, tristezas, dolor, dudas, tomamos consciencia y hay un Restablecimiento de sí mismo, podemos volver a ser felices.

Si hay Rechazo entonces se convierte en un Duelo Inconcluso).

¿Por qué  es importante vivir los Duelos?
Tener conocimiento de las etapas del Duelo nos sustenta emocionalmente porque nos permite comprender la relación entre la Vida y la Muerte, generando cierta estabilidad para ir superando una a una y lograr el equilibrio nuevamente.
_ Lograr un APRENDIZAJE, ya que las circunstancias de la vida nos dan pautas para lograrlo, de nosotros depende hacerlo enseñanza o frustración.
_ La decisión de BIEN VIVIR un duelo es personal, pero se necesita apoyo.
_ Acompañar al doliente es importante porque su vida se encuentra en completo desorden tanto interior como exterior.
_ Así como los Duelos lastiman tiempo después se encontrará que nos han dejado una enseñanza que valoraremos dentro del recuerdo de nuestro Ser Querido que ya no está.
_ ¿Por qué? Es una pregunta ante la impotencia del Dolor.
_ ¿Por qué no? Es una actitud de Aceptación ante el Duelo.
_ ¿Podemos equivocarnos dentro de este proceso manifestando Enojo, Miedo, Tristeza, Dolor?.... ¡Claro que sí!, por eso es un proceso de aprendizaje personal.

Laura González Pinto. junio 2015.

jueves, 11 de junio de 2015

Por qué son importantes las lágrimas?


NO TENGAS MIEDO DE LAS LÁGRIMAS, YA QUE TIENEN LA PRODIGIOSA BENDICIÓN PARA CURAR Y ESCLARECER LA VISIÓN DE NUESTRA ALMA.

     Quiero expresar que las lágrimas se hacen presentes a lo largo de nuestra vida por infinidad de causas y motivos; Habrá quienes las vean aparecer en momentos de gran alegría o en caso contrario, cuando hay pérdidas significativas, problemas o preocupaciones.
     Las lágrimas forman parte nuestra y en la mayoría de  las veces no hemos sabido usarlas, pues huimos de su presencia, incluso llegamos a escondernos de ellas una buena parte del tiempo, cuando en cambio se puede aprender de su sabiduría.
   A las lágrimas las relacionamos invariablemente con dolor y sí, en el sentido más alcanzable, así es, sin embargo después de haberlas llorado, se vacía una especie de depósito que almacenamos interiormente, algo así como una barrica pesada y añeja, que junto con los recuerdos, envolvemos cuidadosamente con una capa de valiosas lágrimas.
 
     Las lágrimas deben ser valoradas porque son más sabias que nuestra propia experiencia. Si cada dolor se valora al salir triunfante, es gracias también a que las lágrimas humedecen la resequedad de la experiencia vivida. Y si tú le das valor a tus lágrimas, en lugar de aborrecer su visita, te recompensarán con la tranquilidad a tu corazón.
     Ahora bien,¿puede sonar incongruente sentir alivio al llorar? ¿Cómo puedo pensar que hay algo de admirable entre cada lágrima que se desliza, cuando lo que quiero es ser feliz?
De alguna manera puedo hacerme cómplice de ellas para reinventar mejores momentos en mi vida.

Dios en su infinita misericordia supo que debía haber algún instrumento que nos fuera útil para rehacer trozos de vida perdidos o lastimados de nuestra alma, para recuperar la fibra espiritual y volver de nuevo a la vida.
Seguramente algunas personas me puedan decir que ya existe una explicación verdaderamente científica para el uso de las lágrimas, pero a mí me parece que éste es el indicado para curar las almas doloridas.

Siendo muy sincera admito, que la vida se puede vivir sin dejarlas llegar siendo un estado de vida muy cómodo y predecible; Viviríamos felices un buen tiempo, pero al cabo de su paso, habría algo que nos haría pensar: ¿Qué pasa conmigo que no tengo un solo motivo para llorar?...¿Siempre va a ser así mi vida?...¿Por qué yo?...
¿Qué quiere decir todo ésto? Que una persona no puede madurar espiritual o interiormente si no entran el dolor y las lágrimas con qué sacarlo. Hay que llorar la tristeza, el dolor, la impotencia, el coraje, la angustia, la soledad, los vacíos, etc, creo que cada uno tenemos motivos poderosos para llorar.
 Asi que:
¡Benditas lágrimas!

     Nosotros los mexicanos debido a nuestra idiosincrasia y tradición, tenemos bien sabido que los hombres no lloran y que a las mujeres nos sobran motivos. Pero tanto un hombre como una mujer vivimos tal cantidad de cosas que nos hacen sufrir o padecer, necesariamente seremos escogidos algún día para llevarlas consigo. Así que el que seamos hombres o mujeres no excluye que podamos llorar o que tengamos o no motivos para ello y más aún que se tenga la posibilidad de sanar cualquier corazón para volver a ser felices.
     Quiero mencionar que las mujeres somos especialistas en "vaciar" nuestro interior por medio de ellas y sorpresivamente veo que no es signo de debilidad femenina, sino mas bien, son las liberadoras que permiten que el valor y la fuerza de una persona se revitalice, multiplicando el poder de esperanza en cada ser humano.

Jorge Bucay en uno de sus libros dice:" Aquello que nos hiere no siempre puede ser remediado con besos." No siempre tendremos a alguien a nuestro lado para curar las heridas con cariño y amor donde seguramente estaremos solos.
 Más de alguna vez lo remediaremos por medio de las lágrimas y también será como un bálsamo interior.
Son momentos donde podemos platicar sinceramente con nosotros mismos y explicarnos por medio del corazón los verdaderos sentimientos que me afligen y mueven en ese instante para dejar quieto mi ser y escuchar lo que yo misma me niego a decir.
¿Tendremos que sufrir para poder crecer?...Yo creo que si.

Las lágrimas nos hablan mucho más de lo que podemos entender racionalmente, siempre van más allá de lo que podemos sentir en el momento de llorarlas, solamente en la quietud después de su presencia descubriremos el sello impuesto al corazón.
Si no fuera así, les detenemos su paso.
Sucederá entonces que se almacenen y con el tiempo añejadas, despidan amargura que saltará por los ojos en cada mirada, por el rostro en la dureza de una sonrisa y la aridez de nuestro tacto carente de frescura espiritual.
Para vivir unas lágrimas se tiene que ser muy valiente,
¡claro que si!
Cada minuto de la vida tiene un valor, regularmente no lo adquiere cuando lo perdemos en la inmensidad de la urgencia por vivirlos, cuando los desechamos por inútiles, o cuando les damos la vuelta sin amarlos por sí solos; En ellos hay inmersas experiencias de todo tipo, unas realmente increíbles e inolvidables por lo maravillosas que resultan, otras en cambio, las relegamos por contener una cantidad regular o excesiva de tristeza, dolor, coraje, odio, etc, lo que sea que cada uno vivamos.
 ¿Y cuántas veces encaramos éstas situaciones?...Creo que si pensamos, recordaremos que han sido vividas con alguna que otra lágrima.
Hay quienes hablan de las lágrimas interiores, que también se puede llorar de esa manera, yo lo he hecho muchas veces pero permítanme decirles que las que he llorado son más curativas y bellas que las interiores que no mojan mis ojos.

En éstas líneas nos enfocamos más directamente a quienes hemos vivido o estamos inmersos en una pérdida significativa en nuestra vida.
 Bien sabemos que un duelo no tiene etiquetado un tiempo de duración, ni un estándar por recorrer, cada uno nos vamos involucrando y en ese proceso nos comunicamos directamente con las lágrimas. Lo digo por experiencia propia y porque he visto en algunas personas, que el llorar no forma parte integral de nuestro sufrir.
Las lágrimas es agua que sale de nuestro interior, así que podemos enfocar una parte sumamente lógica.
¿Para qué sirve el agua textualmente hablando?
para limpiar,
lavar,
dar vida,
refrescar,
alimentar,
curar,
humedecer,
etc,
Pero en el sentido al cual nos referimos, hacen la misma labor en nuestro interior y a veces perdemos el significado verdadero que llevan inmersas las lágrimas, dentro de cada gota transparente.
 Cada vez que lloramos nuestra alma, nuestro espíritu, nuestro corazón se sienten más ligeros; Durante nuestra vida vamos cargando casi siempre, una que otra cosa y se  convierte en una especie de afición al paso de los años. Y aligeraremos la carga cuando lloremos nuestras experiencias.
 Hasta que no seamos capaces de vaciar nuestra barrica, no podremos tener nuevas cosas.
Una persona se renueva, tal vez por etapas, por pasos y ello, conlleva desechar lo viejo e inservible, aunque se trate de sentimientos y emociones.
Si eso sucede, también aprenderemos a tener que admitir los vacíos para ser conscientes de qué es lo que quiero aceptar. Las lágrimas nos ayudan a vaciar, pues el dolor está listo para empezar a llenar huecos y si seguimos apegados a la vida anterior, éste continuará expandiéndose, hasta invadir lo mejor de nosotros.
Dejemos que las lágrimas despejen los añejos vacíos y nos renueven el alma.

lauraglzpinto2015.



domingo, 7 de junio de 2015



Bienaventuradas lágrimas…

Benditas lágrimas,
parcelas listas para empezar a sembrar
con granos que aún no llegan,
las mismas de las que hablo yo,
las que lloras tú,
las que sentimos igual.

Siempre serán así
hay quien las llama,
las invoca
y luego... las ocultamos.
         
Nadie las quiere poner a prueba
sin embargo
viajan en nuestra maleta
preparadas
para cuando haya que sacarlas.

Las lucimos en algún funeral,
las llamamos por nuestros propios y raídos recuerdos añejos,
áridos de humedad,
para seguir subsistiendo.

Los más valientes las llevan consigo
en la mano y en los ojos.

Pero los cobardes las apretujan
en una esponja que no saben enjugar.

Ellas vienen del mar,
abundantes, bastas y repletas de sal,
cada una de ellas son
como una bola de cristal
cargada de imágenes
tan sutiles como la magia.

Se secan tan pronto
como un largo suspiro
se atreven a salir cuando la memoria lo nota,
cuando la luz se enciende
cerrando los ojos
y cuando mi voz
se escucha en la inmensidad
de los recuerdos.

La inseparable cómplice
de mis tristezas,
la inoportuna que delata mi amor,
pero sobre todo
aquellas
que susurran tu nombre en mi oído,
acarician mi piel
y saborean mis silencios...




Laura Glz. Pinto 2006